|
|
The Buenos Aires Toy Museum
|
Todo sobre la Historieta
|
|
|
El Buenos
Aires Toy Museum viene haciendo trabajos de investigación y recuperación de la historia cultural y social de la Argentina
a través de una de las formas más expresivas de expresión social que son sus
juguetes. Reflejos de la realidad, pequeños objetos a escala que han moldeado nuestra historia, nuestro presente, nuestra
infancia, y tantos otros aspectos de nuestra existencia.
Con cada avance de investigación, cada descubrimiento y cada nuevo dato que encontramos estamos más y más entusiasmados
y convencidos de la importancia de el trabajo que encaramos diariamente. El feedback que recibimos de nuestros lectores y
visitantes nos da aliento para seguir adelante en esta fabulosa empresa.
Es por eso que abrimos la convocatoria a todos aquellos que interesados en el tema y en la propuesta que hacemos desde
el BA Toy Museum, a participar directamente en este proceso de recuperación cultural.
Diseñadores de web, documentalistas, escritores, dibujantes y artistas
interesados en participar la historieta que hemos comenzado a elaborar, redactores que quieran aportar artículos sobre temáticas
afines al museo e incluso participar en la redacción de los primeros libros que estamos preparando junto a nuestro equipo
de investigadores en el museo... todos aquellos que confían como nosotros en este proyecto y quieren verlo crecer y desarrollarse,
que desean colaborar en la recuperación de porciones de nuestra historia como pueblo que por desdén o negligencia de quienes
debieran guardar registro se puede perder, esta es su oportunidad!
¡La convocatoria esta abierta! Solamente tenés que enviarnos un email y podrás formar parte de este maravilloso proyecto!
|
|
|
|
|
|
|
El hain de los hombres
Después de la
matanza, no quedaron más que unas pocas niñas entre los onas. Pasó el tiempo,
y algunos hombres se casaron con ellas, mientras que otros buscaron mujeres en regiones vecinas. Pero, en aquel momento en
que los hombres se quedaron solos, se presentó un asunto de mayor urgencia que debieron tratar de inmediato.
Los más destacados
entre los onas preocupados, Nadie faltó al llamado de Krren, el Sol. Allí estaban los corpulentos Ketáixtem y Tasé (la ballena macho y el cachalote); sus primos Ksámenk y Kemánta (los delfines;
los pájaros marinos Koper y Káil (el
albatros y el petrel); también las fuertes aves de rapiña: Kwuan (el águila mora), Karkai
(el carancho) y Kaux (el búho).
Muchos otros mamíferos y aves se presentaron, todos igualmente preocupados.
Pronto hallaron
la solución; no muy original. Por cierto, pero si efectiva. Harían lo mismo que las mujeres: una ceremonia hain para intimidarlas. De manera que prepararon todo: la Gran Cabaña, las pinturas para el cuerpo, el orden en el que cada uno debía moverse, quienes iban a hacer de “espíritus”,
etcétera. Pero, cuando parecía que ya todo estaba listo, vino a sumarse un último
integrante al hain, un joven que había
tenido un curioso origen.
Aquellos dos
órganos sexuales que había creado Kenós
tuvieron un último hijo: Kórior.
Cuando nació fue adoptado por
una mujer soltera. Para su sorpresa, el chico crecía demasiado rápido. La mujer solo lo amamantó durante unos días, ya que
pronto aprendió a caminar y, muy poco después, a hablar. Kórior seguía creciendo: hoy era un chico y jugaba con el resto de los pequeños de la tribu; a la semana siguiente
ya era un hombre que empuñaba el arco, y no podía juntarse más con los otros chicos. Y, así fue como Kórior, a pesar de tener muy poco tiempo de vida, alcanzó a participar
de la primera ceremonia hain. Entre
todos lograron convencer a las mujeres de que los “espíritus” reclamaban respeto y tributo, para mantenerlas dominadas.
Y nadie podía revelar el secreto, bajo pena de muerte. Por lo tanto, hasta los últimos tiempos, nadie habló abiertamente de
lo que ocurría en el hain, la Gran Cabaña
|
|
CONSTRUIR UN MUSEO DEL JUGUETE, UNA TAREA DE TODOS
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
El hain de las mujeres
En
los comienzo, todas las cosas que habitan en la tierra, el agua o el cielo, vivían como seres humanasen la tierra de los Onas: ríos, montañas, todos los animales y peces, e incluso el Sol y la Luna. Pero
en aquellos tiempos antiguos las cosas eran muy diferentes.
Sí,
porque en esa época eran las mujeres las que andaban, eran ellas las que decían a los hombres lo que tenían que hacer, y ellas
decidían sobre cualquier asunto de importancia. Los hombres dependían completamente de ellas y, aunque eran ellos quienes
cazaban, las mujeres eran las que determinaban que se hacía con la caza.
Kra, la Luna, era la más inteligente de las mujeres,
y también la más poderosa joön. Ella fue la creadora del hain, una ceremonia iniciática
en la cual las mujeres se comunicaban con los espíritus; también servían como ritio para que las niñas pasaran al estado adulto.
Para celebrar el haín había que levantar una Gran
Cabaña (también llamada hain) bien lejos del campamento. Allí, las mujeres
permanecían casi todo el día durante varias semanas, incluso meses. De cuando en cuando una mujer se acercaba al poblado y exigía carne para alimentar a los espíritus, que amenazaban con destruir el campamento
y matar a la gente si no se les obedecía. Los hombres se apresuraban a entregar cuanto se les pidiera, y las mujeres se iban
satisfechas. Otras veces, eran los espíritus los que se dejaban ver. Eran seres con cuerpo de mujer, pero pintados con vivos
colores de pies a cabeza. Justamente la cabeza era la parte más extraña del cuerpo.
Tenía
la forma de un largo cono, y no se veían ni ojos, ni boca, ni nariz. Ocurría
que a veces, alguno de estos espíritus entraba al
View Ona Legends. The Land of Fire, the End of the World. in a larger map
|
|
|
|
|
|
|
|
|